El pasado 29 de abril, se denunció que dos pudúes hembras, Pudini y Pullú, que se encontraban en el centro de rehabilitación de la ONG Chiloé Silvestre en Ancud, en la región de Los Lagos, murieron tras el ataque de un perro "asilvestrado".
Fue en este contexto, que volvió a estar en la palestra el proyecto de ley que declaraba a los perros asilvestrados como una especie exótica invasora y posibilitaba que cualquier persona pudiese capturar a estos canes y ponerlos a disposición de la municipalidad o autoridad correspondiente, iniciativa que fue rechazada por la Cámara de Diputados y Diputadas.
Tomando en consideración el proyecto, diversos parlamentarios decidieron votar en contra de la propuesta porque, presuntamente, permitía acciones de caza por parte de particulares y no medidas de control.
Gerardo Morales, integrante de la directiva nacional del Colegio Médico Veterinario de Chile, respaldó lo anterior y agregó que "este proyecto no atacaba el problema de base y presentaba una dificultad práctica, como es la de categorizar en terreno si un canino es doméstico o asilvestrado".
Señaló además que hasta la fecha no existe evidencia científica de la existencia de perros asilvestrados; así mismo, mencionó que la iniciativa dejaba de lado la importancia de fortalecer los pilares básicos de la tenencia responsable de animales.
Por otro lado, el Servicio Agrícola Ganadero, SAG, indicó que cerca del 18 por ciento de los ataques al ganado se producen por canes, mientras que los pumas representan un 35 por ciento.
Asimismo, desde la institución aseguran que el total de animales depredados por perros es mayor al puma. Por ejemplo, el felino depreda 3.2 ovinos por ataque, mientras que los canes depredan 9.8; es decir, el triple de lo anterior.