La ceremonia de inauguración del proyecto “Un Corazón Palpita” se llevó a cabo en la plaza de los Derechos Humanos del campus Coloso de la Universidad de Antofagasta. Este evento reunió a destacados artistas locales, agrupaciones de derechos humanos y familiares de detenidos, ejecutados políticos y detenidos desaparecidos de la región.
La actividad fue encabezada por el rector de la Universidad de Antofagasta, doctor Marcos Cikutovic Salas, quien destacó la necesidad de abrir espacios dentro del plantel estatal para estas manifestaciones de memoria histórica. “Como institución pública, como una institución de educación superior, tenemos un compromiso con la historia, para que lo que se vivió en este campus no se vuelva a repetir. Pero para que no se vuelva a repetir hay que hacer memoria, de tal modo que estos hechos lamentables sean considerados deleznables también por las nuevas generaciones, contribuyendo así a que esto no se repita”.
El rector agregó que “en ese contexto, creo que hemos cumplido no solamente con un compromiso, sino con un deber hacia las nuevas generaciones. Las generaciones que no tienen historia no progresan, y nosotros somos una institución que debe velar por el progreso de la patria en la cual se encuentra inserta”.
El gobernador regional, Ricardo Díaz Cortés, asistió al acto y describió los hechos ocurridos en la universidad y en el país como “graves violaciones a los derechos humanos”. “Esta obra tiene que remontarnos a todas las graves violaciones de derechos humanos que se cometieron durante la dictadura, pero no con un afán de revanchismo, sino para que todos conozcamos nuestra historia y seamos capaces de evitar que se vuelva a repetir. Esto tiene que ver con una perspectiva de futuro; es el arte que se pone a disposición de la ciudadanía para que, entre todos, podamos evitar que se repitan estas graves violaciones a los derechos humanos. Así que estamos muy contentos de que los fondos del gobierno regional estén orientados a recuperar la memoria”, dijo Díaz.
MEMORIA
Mónica Díaz, presidenta de la agrupación de Familiares de Detenidos, Ejecutados Políticos y Detenidos Desaparecidos de Antofagasta, destacó el papel clave de las universidades en preservar la memoria histórica. “Las universidades tienen una labor muy importante porque existe un poco de negacionismo, pero hay temas que aún están pendientes y esperamos se puedan solucionar. Este trabajo de memoria no es fácil, pero como familiares llevamos más de 51 años y tenemos la misma porfía, las mismas ganas de buscar la verdad, toda la verdad, toda la justicia y encontrar, a través de este Plan Nacional de Búsqueda, a todas y todos nuestros compañeros que aún faltan”, expresó.
Finalmente, Julio Manques, integrante de la primera FEUA fundada en 1983 en dictadura, destacó el lugar donde quedará emplazada la escultura. “Los que pasen por aquí todos los días verán de qué se trata esto, que los llame a la inquietud y puedan ver que hoy en día el país es distinto al que vivimos nosotros. Fue un país de miedo, de dolor, y si bien hoy tienen un país que no es perfecto, se puede vivir en libertad, democracia y justicia”, puntualizó.
ESCULTURA
La obra escultórica monumental, realizada en acero por el escultor Julio Sepúlveda, tiene seis metros de largo y está inclinada hacia el acceso principal del campus, ocupando un lugar central como símbolo memorial de la lucha por los derechos humanos, civiles y la paz. Su creación implicó una inversión cercana a los $50 millones provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (F.N.D.R.).